LA ADORACIÓN Y LA FAMILIA
«El estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel; la cual mandó a nuestros padres que la notificasen a sus hijos» (Sal. 78:5).
INTRODUCCIÓN: el primer deber del hombre no es precisamente adquirir alimentos, vestido y demás cosas, ni tampoco predicar o hacer obra misionera: lo primero es buscar primeramente el Reino de Dios y su justicia, a fin de rendirle la adoración que él merece; después lo demás viene «por añadidura».
1. Exhortaciones divinas a la adoración (1 Cr. 16:29; Sal. 29:2; 95:1–6)
2. Algunos elementos de la adoración:
a) La Palabra de Dios (Lectura del A.T. y del N.T.).
b) Himnos y salmos (Sal. 35:18; Ef. 5:19).
c) Oraciones, ofrendas, etc.
3. La obligación de los padres en la adoración:
a) Para con los hijos (Pr. 22:6).
b) En el hogar (Dt. 6:7).
—La madre lo hacia (Pr. 31:1).
—El padre lo hacía (Pr. 6:20; Éx. 12:26, 27).
4. ¿Dónde aprendió Jesús? ¿Pablo? ¿Timoteo?
a) En el camino y donde quiera (Dt. 6:7–9).
b) Los hebreos lo hicieron.
c) Los cristianos también.
d) La iglesia de Jerusalén se reunía en casa de María para adorar a Dios (Hch. 12:12).
e) La iglesia de Filipo se reunía en casa de Lidia (Hch. 16:40).
f) En Éfeso, en la casa de Aquila y Priscila (1 Co. 16:19).
g) Más tarde en Roma (Ro. 16:5). Y de la misma manera había una iglesia que se reunía en la casa de Filemón (Fil. 2).
CONCLUSIÓN: tres personas somos las responsables de la educación espiritual de nuestros hijos …
—El padre de familia.
—El pastor de la iglesia.
—Los maestros de los diferentes departamentos de la iglesia.
Cada uno debe procurar conducirlos al Señor Jesús.
Nenhum comentário:
Postar um comentário