¿Cuál es el remedio? ¿Qué es “la puerta angosta” en nuestro encabezamiento? Jesús dice en Jua_10:9: “Yo soy la puerta: el que por mí entre, será salvo”.
Cristo no es sólo la puerta, sino que dice en Jua_14:6: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre”. Y también en Jua_3:5: “Te aseguro que el que no nace de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”.
El agua al que se refiere no es el bautismo — aun cuando el bautismo sí es una ordenanza para las personas que ya son salvas — sino la Palabra de Dios, la Biblia. Se habla de agua en este sentido en Efe_5:26 también, donde el escritor menciona la Iglesia (el conjunto de todos los creyentes en Cristo), y dice que Jesús “... lo hizo para consagrarla, purificándola por medio de la palabra y del agua”. Si leemos 1Pe_1:23-25, vemos claramente que esta semilla de vida es la Biblia: “Ustedes han vuelto a nacer, y esta vez no de padres humanos y mortales, sino de la palabra de Dios, la cual vive y permanece para siempre. Y esta palabra es el mensaje de salvación que se les ha anunciado a ustedes”.
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